Castillo de Consuegra
Molinos de viento
Los molinos de viento fueron construidos en la primera mitad del siglo xix, aunque en el siglo xviii al parecer existirían ya dos molinos, uno de ellos se piensa que es del siglo xvi. Tras las distintas reconstrucciones llevadas a cabo en diferentes épocas, se conservan en el siglo xxi doce de los trece molinos que en su día llegaron a coronar el Cerro Calderico. Actualmente han dejado de realizar su función como molinos y se usan para fines turísticos
Los origenes de Consuegra se remontan a la época iberica, siendo posteriormente romána que la llamarian Consaburum. Sus origenes como fortaleza se remontan al siglo X durante la época de esplendor del Califato de Cordoba. Tras la desmembración del Califato, el castillo pasó a depender del reino taifa de Toledo, que no pudo evitar que en el año 1083 dos años antes de la conquista de Toledo, el castillo pasara a manos cristianas. El rey Alfonso VI casaba con la princesa Zaida, hija del rey musulman Al-Mu'tamid de Sevilla, y el castillo le fué entregado al rey cristiano como dote.
En 1155 Alfonso VII toma el castillo y se lo entrega a Rodrigo Rodriguez que lo pierde para ser recuperado posteriormente por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén en el año 1183 en tiempos del rey Alfonso VIII. Será a partir de este momento cuando el castillo empieze a tomar su actual configuración. Se construyen torres, recintos defensivos, aljibes, herrerias, silos y todo aquello que el castillo precise para ser autosuficiente. Será a partir del siglo XVI cuando el castillo empiece a perder importancia. En el siglo XVII el castillo es nuevamente reformado para incluir una nueva capilla, y en el siglo XVIII se trasladan los archivos y la sede prioral al Palacio de la Tercia en Consuegra.
Vencidos